Las corrientes del jazz y del blues pueden haberse acercado mucho en la década de 1940, más de lo que llegaron a estar en otra década. Una de las mayores ramificaciones de este cruzamiento fue el Jump Blues, una forma que prosperó particularmente en las décadas de 1940 y 1950.

Con su vaivén rítmico, bulliciosos vocalistas y a menudo alegres canciones sobre las fiestas, de beber y del swing, no recibieron un análisis crítico tan extenso, como el que se le dedicó a otros estilos, como los guitarristas de blues del Delta o de los blues eléctricos de Chicago.

Sin embargo, durante la década en la que prosperó puso gran parte de las bases para lo que se conoce como Rhythm & Bues y así, por extensión, del Rock ‘n’ Roll.

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